“Veo mucha gente que habla sola porque tiene miedo de hablar con otros.
Paradójicamente, un obstáculo para amar es que son incapaces de odiar.
Otros problemas son el miedo a decepcionar y a elegir a la persona inadecuada.
La envidia es otro obstáculo.
Mucha gente vive en un duelo permanente y no siente agradecimiento por lo que tiene o recibe.
La gratitud nos lleva hacia el amor. Si no apreciamos a alguien, es imposible quererlo.
Pero muchos sienten MIEDO A RENDIRSE AL AMOR»
Stephen Grosz, autor del libro La mujer que no sabía amar
Al encuentro con el amor
¿Qué es el amor?
- «El amor no es algo que queramos sentir…es algo que sentimos sin querer…» (Del blog: marceaa.wordpress.com)
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«En los valores de nuestra cultura occidental, algunas personas han visto el amor como un artículo o un bien que proporciona felicidad, que adorna nuestra vida y permite el pleno ejercicio de ella. Otros han visto el amor como un medio para descargar sus pasiones, que condiciona y perturba sus vidas. Como una fuerza incontrolable que puede traer consecuencias gratificantes o por el contrario consecuencias muy negativas; aún así lo aceptan venga como venga. Otras personas consideran que el amor consiste simplemente en ser amado por el otro. Es decir lo fundamental para ellos no es amar sino recibir el amor». (Del blog: psicoactiva.com)
- «La diversidad de usos y significados y la complejidad de los sentimientos que abarca hacen que el amor sea especialmente difícil de definir de un modo consistente, aunque, básicamente, el amor es interpretado de dos formas: bajo una concepción altruista, basada en la compasión y la colaboración, y bajo otra egoísta, basada en el interés individual y la rivalidad» (de la wikipedia)
- El amor es pasión, es descontrol, es ternura, es tranquilidad, es seguridad, es crecimiento. (Elena González, del blog cuidatupsique.com)
- ¿Y para ti? ¿Qué es el amor? ¿cuál ha sido tu experiencia en el amor?
¿Cómo se siente el amor? ¿Podemos decidir cuándo sentir y cuándo cerrarnos al amor? ¿El amor tiene fecha de caducidad?
Es cuestión de química. De neurotransmisores. De cómo estamos «programados».
Los centros neuronales que se activan con el encuentro de la persona amada son exactamente los mismos que aquellos que se activan por el consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias adictivas (a saber, los centros localizados en el sistema límbico, ligado con las «recompensas»)
Con el tiempo, los receptores de la dopamina comienzan a perder su sensibilidad. Así que en un periodo aproximado de tres años, estos dejarán de responder al estímulo inicial que desencadenaba la reacción placentera del encuentro con esa persona especial.
La única salvación, en estos casos, es otro neurotransmisor conocido como oxitocina, cuya secreción está relacionada con la sensación de apego. Si una pareja no logra construir una relación más allá del enamoramiento o del placer sexual en tres años, lo más probable es que la relación esté condenada a terminar.
Círculo vicioso del desamor
Y pasado el «chute» de dopamina, es cuando viene el problema… Que es lo mismo que decir, que la mayoría puede enamorarse, pero que para que la relación se consolide es necesario que sintamos la suficiente seguridad en nosotros mismos y en el otro como para permitir que se establezca un vínculo de apego duradero.
La sensación de apego es la forma en la que nos relacionamos cuando estamos en un nivel de intimidad y de confianza.
Si aprendimos que debíamos protegernos de quien nos quiere porque lo vivenciamos como peligroso,
o si aprendimos a retirarnos, a despegarnos, cuando sentimos que alguien puede querernos para evitar sufrir,
o si aprendimos a sobreproteger a quien nos ama, para que no se marche de nuestro lado,
o si aprendimos a que la única forma de que me quieran es esforzándome continuamente…
o…. un largo etcétera. Así, conseguir que nuestra relación amorosa se consolide, sea placentera, nos ayude a crecer, a desarrollarnos, a estremecernos de goce… es muy difícil.
Y como reconocer este tipo de situaciones, vernos reflejados en ellas, aceptar mi parte de «culpa», es tan doloroso, lo que habitualmente suele ocurrir es que vemos cómo personas valiosas «eligen una y otra vez mal» a sus parejas.
¿Por qué?
Para evitar aceptar la propia dificultad que hay en sí mismo para poder quedarse en una relación de intimidad, de afecto, de compromiso, de apego.
Es el miedo a lo desconocido.
Expresar el amor
Ser consciente de la postura corporal de «dar» y «recibir» amor
¿Eres consciente de la postura habitual de tus brazos y de tus hombros?
¿Tienes tensiones en los antebrazos, o en la parte superior de ellos? ¿Y tus hombros: muy tensos?
Puedes probar a extender tus brazos hacia delante (mirándote en un espejo): ¿qué ves? ¿qué imagen proyectas? ¿cómo están tus manos? ¿caídas? ¿o extendidas y abiertas hacia el otro?
Si mantienes la postura un par de minutos, ¿qué te ocurre? ¿te cansas rápidamente? ¿se modifica la postura inicial de tus brazos o de tus manos? ¿o sientes mucha tensión en los hombros?
¿Y tu respiración? ¿y tu pecho? Mientras hacías el ejercicio ¿seguías respirando o parabas? ¿sentías que el aire podía entrar libremente por el pecho o por el contrario sentías un dolor en el pecho?
¿Y tu cara, tu mandíbula, tus ojos? ¿los sentías tensos, apretados? ¿tu boca estaba abierta y relajada, sonreías continuamente, o estaba apretada? ¿Y tus ojos: te costaba mantenerlos abiertos?
Para uso de aquellos a los que les da miedo expresar amor
Cuando tras sencillos ejercicios como el anterior sientes que te contraes, que te duele tu cuerpo, que no respiras… es una señal de tu bloqueo.
Y el bloqueo, la parálisis, es la postura espontánea ante el miedo.
Y es que a ciertas personas les da miedo expresar su amor. Les da la impresión de que es una niñería, que es de blandos, que es empalagoso, que no es necesario, que invadirían al otro, que perderían su control, su imagen de fortaleza. O sencillamente, se sienten incapaces.
Si te reconoces en esa descripción es hora de que te reconcilies con tu ternura.
¿Puedes sentir ternura con un bebé? ¿y con tu mascota?
¿Y puedes sentir ternura también con otros adultos?
¿Cuándo fue la última vez que sentiste ternura? ¿y que la pudiste expresar?
Consejos mágicos no existen, al menos no los conozco. Pero sí sé que ser consciente del propio bloqueo, del propio miedo, de la propia incapacidad para sentir y expresar amor y ternura, es el primer paso para APRENDER A AMAR.
Aprender a amar
No podemos cambiar lo que fue o lo que será. Aunque muchas veces es necesario entender el pasado, sin obsesionarse, y reducir las fantasías sobre el futuro para poder cambiar.
Muchos clientes vienen a mi consulta y me dicen que se sienten como «muertos». Otros que están cansados de fingir ese sentimiento amoroso que saben que deberían tener.
Y parte de la solución es ayudarles a descubrir qué perciben realmente. Entenderlos para ayudarlos a que tomen decisiones basadas en sus propios sentimientos.
Si te encuentras en uno de esos callejones sin salida, no lo dejes pasar más tiempo, que ya te toca vivir tu vida, disfrutar de tu vida. Ven a terapia.
Me puedes encontrar en mi consulta en Sevilla (c/Luis Montoto, 98), o en el teléfono 954 58 44 33, o en el email elena.psique@gmail.com.
Y si crees que alguien que conoces puede necesitar leer este artículo, no dudes en compartirlo. Gracias.
Un abrazo,
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