Los problemas de comunicación en la pareja son una de las principales causas de divorcios y separaciones.
A mi consulta llegan muchas parejas con esta problemática de fondo: no se ven, no se sienten, no se escuchan.
Hay muchas personas que necesitan hablar mucho, y no pueden parar a escuchar.
Otras que prefieren callar, y que cuando hablan, sentencian.
Hay parejas que se gritan continuamente.
Y hay quienes viven en un silencio permanente.
¿De cuántas formas nos decimos las cosas?
La forma en la que nos decimos las cosas es la forma en la que nos vinculamos a la otra persona.
Porque hay personas que son ricas emocionalmente pero deficitarias a nivel discursivo
O personas muy afectuosas, que hablan poco.
Otras personas son deficitarias en el plano corporal, psicomotor (las típicas patosas) pero muy organizadas en el plano discursivo y verbal.
Hay quien tiene mucha pasión, pero es torpe en la palabra y en sus movimientos.
Esto es así porque la comunicación se produce a cuatro niveles:
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Vitalidad y vínculo existencial
Son las ganas de vivir y el saberse con el derecho a existir.
Sólo desde ahí se pueden acompasar dos corazones, dos existencias que desean caminar juntos.
Hay veces que las parejas están muy descompensadas. Y hay un vitalista y otro que se convierte en una sanguijuela, quitando la vida a su compañero.
La comunicación está rota a este nivel cuando un miembro de la pareja le dice a otro «vive la vida por mi, yo no tengo energía».
Cuerpo y vínculo interaccional
Nuestro cuerpo y cómo nos movemos comunica al mundo quiénes somos.
Cuando hay armonía y fluidez en el cuerpo, hay posibilidad de placer compartido.
Hay personas que el nivel de tensión y estrés es tan elevado que no pueden permitirse tocar ni ser tocados.
Cuando esto ocurre no puede sentirse el placer compartido. Hay un terror inconsciente en la relación, tan fuerte como la necesidad de contacto y amor. Por lo que se produce un continuo boicoteo y frustración.
Fíjate que hasta ahora no he hablado de expresiones de afectos ni de formas de hablar. Los dos pilares de una buena comunicación en la pareja discurren en un territorio inconsciente, automatizado, corporal, manejado por los sistemas límbicos de las dos personas, donde no tiene acceso ni la voluntad ni el control consciente.
Afectividad y vínculo intersubjetivo
Si expreso lo que siento y recibo una respuesta afectiva justa, se inicia la posibilidad de compartir las vivencias, es decir, se abre la posibilidad de pedir con intencionalidad.
La expresión emocional se convierte en un vehículo de comunicación e intercambio.
De igual modo, es necesario sentir un «entonamiento» (o ponerse en el lugar del otro) para ser facilitadores de la expresión emocional.
Palabra y vínculo discursivo
Hablar es centrarse sobre los estados subjetivos y objetivizarlos a través del lenguaje verbal y, después, compartirlos.
Sin embargo, las experiencias del cuerpo propio y las experiencias subjetivas pueden SOLO ser captadas EN PARTE por el lenguaje verbal. Por lo que siempre habrá una diferencia entre lo que es vivenciado y lo que posteriormente, es capaz de ser expresado con palabras.
Esta «ruptura» que provoca la palabra, hará que, patológicamente, aparezca en nosotros:
- una parte «privada»: experiencias no compartidas. La persona es consciente y puede llegar a expresarlo.
- una parte «desaprobada»: cuando hemos tenido que negar una experiencia emocional verdadera para poder mantenernos en una relación significativa.
- una parte «que niega a sí mismo»: tiene que ver con una no-integración de una parte más o menos grande del cuerpo propio
3 alternativas para mejorar los problemas de comunicación en la pareja
1. Toma conciencia de tu herida
Primero debes ponerte en contacto con lo que vives, abriendo tu respiración, enraizándote (mira este vídeo donde te muestro cómo se hace esto corporalmente) y luego, preguntándote:
- ¿Cuál es el impacto de «mi propia vieja herida» que se me abre con mi pareja? Revísate a nivel emocional y a nivel somático (qué hace tu cuerpo: tensiones, dolores, problemas instestinales…)
- ¿Cuál es la relación de todo eso que vivo (a nivel emocional y somático) con mi historia de vida?
2. Expresa la reacción espontánea que has reprimido
- Permítete expresar la reacción emocional (palabras que uno necesita sacar, como expresiones de emociones particulares: rabia, tristeza…)
- Incluso permítete expresar la reacción somática que viviste: movimientos espontáneos, movimientos que acompañan a una expresión emocional
- Busca no entrar en «discusión»: «es lo que tú sentiste» y deseas expresar. Así das pie a que tu pareja también pueda hacerlo.
3. Recolócate en tu propio centro, enraízate de nuevo en tu auto-estima
- Reconoce tus errores, tus fallos sin juzgarte ni machacarte
- Considera los errores, los fallos de tu pareja como el resultado de sus propias heridas y no tanto desde la perspectiva de saber quién es el bueno o el malo.
- Enraízate en tu propio centro, reconociendo lo que pertenece a la dimensión real de la situación actual y distinguiéndolo de las proyecciones que pertenecen al pasado.
- Restablece tu auto-estima contactando con la compasión hacia ti mismo y hacia tu pareja.
- Si es posible, se puede intentar perdonar: perdonarse a uno mismo y al otro. A veces no es posible hacerlo de un solo golpe. El perdón puede venir poco a poco. No se puede forzar. Sin embargo, cuando uno logra perdonar verdaderamente desde el corazón, eso tiene un efecto curativo tremendo
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No hay soluciones mágicas para los problemas de comunicación en la pareja.
Cuando lo has intentado ya muchas veces sin resultado, no tienes que tirar la toalla, pero sí comienza a buscar desde otra posición.
Si os decidís a buscar ayuda en la terapia de pareja, podrás encontrar (principalmente) a un terapeuta que actuará como espejo de vuestros inconscientes. Cuando conoces la raíz del problema, buscar soluciones es más fácil.
A continuación, te espero en los comentarios. Me interesa mucho tu opinión, tu feedback, tu experiencia. Me gusta que la comunicación sea bi-direccional. 😉
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